domingo, 22 de junio de 2008

The remaking of

COMENTARIOS IN-PRESENTABLES

Cuando uno se acerca a espacios y tiempos como in-presentable, intuye que en ese no-lugar de la experimentación, de la búsqueda de nuevos lenguajes y proposiciones nos podemos encontrar con propuestas fallidas, inacabadas. Hasta aquí todo formaría parte del típico y tópico ensayo-error. Ahora bien, lo que uno nunca espera encontrarse es una estética de la mismidad del yo, del egocentrismo más infantil, el cual encuentra su paradigma en The remaking of. Dudé –aunque no debería- de mi impresión hasta el coloquio. Quizás mis neuronas jodidas por tanta cerveza me habían jugado una mala pasada… pero no, en el debate posterior Paula Caspao –la autora de la pieza- no dejó lugar a la duda. Una pregunta desde el público reflexiona sobre la posición del cuerpo de Caspao -de espaldas al espectador- como un posible contraste con la música sentimental y cercana –más allá del umbral de lo cursi- que predomina en toda la obra. Caspao le responde que se equivoca. Que a ella no le interesa decir nada al público, que ella habla para la pantalla, es decir, para su universo de martinis, las tópicas magdalenas de Proust y una estética digna del mejor anuncio de compresas. Y punto final.

Podríamos después de lo dicho apuntarnos al odio teatral tan proclamado –entre otros- por la ya mediática Liddell. Sin embargo, pienso que no le debemos conceder esa victoria a The remaking of. Salgo de la casa encendida y la despejada y bochornosa noche madrileña, acompañada de un agradable diálogo hasta el metro de Lavapiés, me reconcilian con la vida, es decir, con el teatro. Tomo la línea 1 hasta Sol y luego la 2 hasta casa. Me abro una cerveza y me preparo un sándwich. Pienso qué música poner mientras ceno y me convenzo que después del shock Caspao lo mejor es volver a los clásicos, al Pablo Honey de Radiohead por ejemplo. Me siento en el sofá y la radio ya marca la pista número cinco. Suena Thinking about you. E intuyo que quizás todos seamos hoy en día –yo más que nadie- como Paula Caspao, hablando –o escribiendo- única y exclusivamente para las pantallas de nuestros portátiles.

Alberto Sebastián

No hay comentarios: